Breve reseña histórica de Villa General Belgrano y su importancia en la región serrana.
“El Sauce” fue la primera denominación que recibiera lo que hoy conocemos como Villa General Belgrano. A fines de la década del 20 la zona era habitada por un puñado de familias criollas, dedicadas a tareas agrícolas y la cría de animales.
En el año 1929 Paul Heintze, inmigrante de origen alemán, con la idea de formar cooperativas agrícolas y recrear la naturaleza de su patria natal, decide recorrer el país en busca de un territorio que sirviera de asentamiento para sus compatriotas.
Paul Heintze asociado con Jorge Kappuhn adquieren las primeras hectáreas en 1930, pero siguen comprando tierras y en sucesivas operaciones llegan a totalizar cerca de 2000 hectáreas. Comienzan a publicitar entre sus compatriotas las posibilidades que le atribuyen al territorio comprado. En el año 1931 llegan al “El Sauce” las primeras familias alemanas para radicarse, trabajar la tierra, forestar y hacer de este lugar algo parecido a la tierra en que nacieron. En 1932 se funda el pueblo, y eligen como fecha el 11 de octubre, para celebrar hasta tarde, ya que al ser feriado el 12 de octubre podían descansar.
El clima de las sierras cordobesas no trato bien a los campesinos alemanes, las heladas y las sequías, fueron minando ilusiones y desbastando su economía. Obligados a usar el ingenio para sobrevivir recurrieron a parientes y amistades en Buenos Aires, y fue así que recibieron a un grupo estudiantil dispuestos a pasar sus vacaciones en “El Sauce”. La experiencia fue positiva para todos, y se fue divulgando. El clima, la excelente gastronomía, y la hospitalidad se hicieron prontamente conocidos y así comenzaron a venir familias de nacionalidades centroeuropeas. Este fue el comienzo del perfil turístico del pueblo.
Obligados por razones postales, en el año 1938 los vecinos deben cambiarle el nombre al pueblo por “Villa Calamuchita”.
Durante la década del ’40 el pueblo tuvo un importante empuje con la llegada al lugar de 125 tripulantes del buque acorazado alemán Admiral Graf Spee. En su mayoría los marineros pertenecían al staff técnico del barco, con lo cual dominaban una amplia gama de oficios.
Estos jóvenes militares fueron internados bajo control judicial federal argentino e instalados en un paraje vecino llamado Capilla Vieja, donde erigieron y habitaron las instalaciones que hoy forman parte de un complejo vacacional del Instituto de Obra Social del Ejército ( I.O.S.E.).
En el año 1941 se produce la quema de una bandera Argentina en un confuso incidente, por el hecho se culpó a tres marineros, pero el episodio nunca se pudo esclarecer completamente. A raíz de esto, y para cicatrizar heridas entre criollos y alemanes, la Legislatura Provincial en el año 1943 decide cambiar el nombre del pueblo por “Villa General Belgrano” en homenaje al creador de la enseña patria.
La capacidad para emprender, el esfuerzo mancomunado y la naturaleza alegre para reunirse, recordar la tierra natal y conservar las tradiciones, se mantiene y fomenta cada día. Actualmente la población de Villa General Belgrano es heterogénea y conforma un núcleo armonioso y hospitalario, que ofrece al turista un buen nivel de infraestructura, equipamiento y servicios.