Paseos cortos en Villa General Belgrano, disfrutando de arroyos, cerros, miradores y artesanías.
Una forma distinta de conocer Villa General Belgrano es paseando por los tres arroyos, recorrer sus márgenes puede resultar una grata experiencia.
Cuando de relajarse se trata, nada mejor que disfrutar de los sonidos de la naturaleza, al amparo de frondosas arboledas. Especialmente recomendamos el tramo entre la pileta municipal y la calle Las Magnolias.
Para tener una vista privilegiada de nuestra Villa recomendamos ascender al Cerro de la Virgen. El acceso se encuentra en la ruta provincial 5 kilómetro 79,500. Se trata de un paseo con algún grado de dificultad, recomendamos llevar calzado apropiado, abundante agua, y realizar el paseo en horas de la mañana o al atardecer.
En el trayecto hacia la cumbre iremos descubriendo a Villa General Belgrano desde otra perspectiva, con la posibilidad de tomar fotografías y atesorarlas como recuerdo.
Recomendamos visitar el Pozo Verde y Cerro Mirador. Transitando la ruta provincial 5 a la altura del kilometro setenta y seis quinientos encontramos el cartel que señala el acceso, se puede llegar caminando desde el centro del pueblo, o bien con vehículos. Se trata de una reserva natural conformada por un arroyo de vertiente, el cual al ser embalsado crea un estanque, y al estar bajo una frondosa arboleda replica el color verde de los follajes. El lugar incita a iniciar una caminata remontando el arroyito para internarse en la Quebrada de la Zarzamora, luego un cartel indicara la senda que conduce al Cerro Mirador, y desde allí disfrutar de una hermosa vista. Se puede retornar por el mismo sendero, o descender por la falda del cerro, y salir a la ruta 5 por detrás de la cancha de golf.
Una vista aérea del centro del pueblo es posible desde la Torre del Reloj. Se accede por la oficina de Información Turística contigua al Salón de Eventos de Villa General Belgrano.
En la propiedad de la familia Romano (Selva Negra 61) se encuentra el Rincón de Artesanos, allí se pueden admirar y comprar verdaderas obras de arte realizadas en madera y otros materiales. Completa la propuesta un museo denominado “Castillo Romano”, todo a escasos metros de la plaza José Hernández.
A cinco kilómetros del pueblo, en dirección a Atos Pampa encontramos el Cristo Grande, una escultura tallada en madera por el vecino Harold Anz en el año 1940.
